Estudio que analiza la región señala que fortalecimiento institucional ha experimentado una notable mejoría
Perú, México y Argentina han recuperado y consolidado su percepción como destinos seguros para la inversión extranjera, según un exhaustivo estudio multidisciplinar sobre la seguridad jurídica y la protección a la inversión.
El informe “Seguridad jurídica y la protección a la inversión en Iberoamérica”, fue encargado por AEMEC, Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas cotizadas y por la WFI, (WorldFederation of Investors).
Dicho documento señala que el grado de seguridad jurídica del Perú, su calidad regulatoria y fortalecimiento institucional han experimentado una notable mejoría, que también se ha trasladado ala independencia de las autoridades reguladoras.
“Casos como Engie, IC Power, Enel, Interconexión Eléctrica o Transelca se citan como ejemplos positivos”, precisa.
Cabe indicar que el informe analiza el grado de institucionalidad de los países latinoamericanos más representativos, según el grado de protección de las inversiones extranjeras de cada uno.
Considera las recomendaciones de la OCDE sobre garantías normativas, y detalla tanto la situación jurídica e institucional de cada país (en especial en sectores regulados) como la evolución previsible de la gobernanza en cada caso.
Análisis por países
Argentina. El estudio pondera la mejora experimentada en el país tras el reciente cambio de orientación política y las reformas implementadas. Se recomienda modificar la normativa sobre ceses discrecionales de autoridades reguladoras, aunque en general se reconoce el amplio margen de autonomía alcanzado en regulación y supervisión.
Bolivia. La política de nacionalizaciones aceleró la salida del movimiento internacional de capitales (más de 20 empresas internacionales relevantes afectadas), sin que se haya promovido una estructura productiva propia.
Colombia. Severo retroceso de la seguridad jurídica para inversores extranjeros. Si bien la posición geoestratégica del país ha crecido exponencialmente (de ahí su actual proceso de incorporación a la OCDE), la independencia y autonomía de las autoridades reguladoras y supervisoras se ha resentido gravementeante las presiones electorales y la tensión populista.
Los reguladores mantienen una estructura confusa y descoordinada, especialmente en energía, minas y telecomunicaciones. La situación se agrava por un sistema de superintendencias no demasiado independiente y la creciente sospecha de corrupción, sobre todo tras la intervención reciente de un gobierno departamental.
Chile y Costa Rica. Chile se ha consolidado como modelo de transparencia y buen comportamiento en promoción de inversores, con una estructura regulatoria correcta y bien asentada, salvo incertidumbres menoresrespecto al supervisor de telecomunicaciones.
Costa Rica es aún más modélica, con un crecimiento exponencial de las inversiones extranjeras solo empañado por alguna ligera sombra de burocratización.
México. Es tradicionalmente el país que ofrece mayor apoyo a los inversores extranjeros, situación que todavía ha reforzado más con las recientes reformas constitucionales y legales.
(FIN) RGP/RGP
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