El valor R puede ayudar a diseñar una estrategia para aplanar la curva de contagio de covid-19. afirma el ingeniero geoespacial peruano.
En las últimas semanas, durante el seguimiento de la evolución de la pandemia que hacemos los peruanos, con el Jefe del Estado explicando cada medida, invocando conductas responsables o detallando la asistencia a los sectores más vulnerables, una llamó la atención cuando describía el curso que seguía (y sigue) el virus en movimiento: «El Martillazo». Se refería a las medidas restrictivas aplicadas y cómo estas, dependiendo de su contundencia, podían ayudar a «aplanar» la curva, es decir que el número de contagios no aumentara, que se minimizaran los casos de muerte y que se incremente la capacidad de respuesta de un sistema de salud pública, por naturaleza crítico, para evitar su colapso.
¿Pero qué hay detrás de estas cifras, cómo se obtienen y cómo ayudan a definir las estrategias que se van adoptando en situaciones variables como las que propone la pandemia?
Ragi Yaser Burhum Espinoza, es un ingeniero geoespacial peruano que viene aportando un concepto de medición de la enfermedad denominado valor R que -afirma- no lo ve en la data que se entrega diariamente, pero que no tiene duda, los epidemiólogos del Ministerio de Salud lo utilizan para realizar este cálculo apoyados en soportes digitales.
El valor R en epidemiología es el número de reproducción de una enfermedad infecciosa. Indica, en promedio, cuántas personas van a ser contagiadas por e1 infectado antes de su recuperación (o su muerte).
Siguiendo este criterio, R = 3 significa que una persona infectada, en promedio, va a contagiar a 3 más (la enfermedad crece).
R = 5 significa que una persona infectada, en promedio, va a contagiar a 5 más (la enfermedad crece).
R = 1 significa que una persona infectada, en promedio, va a contagiar a 1 más (la enfermedad se mantiene)
R < 1 significa que una persona infectada, en promedio, puede que no contagie a nadie (la enfermedad muere).
Burhum explica lo que es R y cómo este valor puede ayudar al diseño de la estrategia pospandemia en un detallado artículo que titula «El Martillazo y el Huayno» que ha despertado el interés de muchos peruanos y el del propio jefe del Estado, Martín Vizcarra, quien se interesó en la propuesta de Burhum, que puede ser un valioso aporte a la estrategia nacional contra el covid-19.
«R es un número de reproducción efectivo de una enfermedad infecciosa. Este número cambia durante el brote de la enfermedad basado en las acciones que tomamos (mantener la distancia, usar mascarillas, vacunas y más). Es un número dinámico», afirma Burhum, quien señala que todas las medidas que se adoptan, se orientan a tener el valor R por debajo de 1. Ese es el objetivo del martillazo y los datos públicos que ha logrado encontrar, lo llevan a señalar que el valor está por encima de 1, lo que significa que el virus se está reproduciendo.
¿Qué es lo que propone?
Burhum afirma que tener presente el concepto de reproducción del virus es muy importante. Y precisa que el baile, «el Huayno» que vamos a vivir (ajustar y soltar restricciones) poscuarentena debe centrarse en mantener el valor de R debajo de 1. Y para eso propone «ir segregando».
«Necesitamos medir R a nivel distrito (o grupo de distritos) que ayuden a tomar decisiones focalizadas que permitan realmente reducir el crecimiento del virus, ya que cada localidad en el Perú es distinta. Las medidas tendrán que adaptarse a cada realidad debido a que la curva de crecimiento variará en cada subregión».
Explica que las opciones para el Perú eran tres: «No hacer nada», con lo cual la proyección hubiera dado 83,038 muertos en 5 meses y 463,643 en 7 meses
La segunda, «Mitigar», es decir, aplicar algunas restricciones y sugerencias sencillas como “lávate las manos” y “avísanos si tienes síntomas de covid-19” y la tercera opción era «Supresión», que fue la opción que adoptó el Perú.
No duda al señalar que esta medida ha salvado vidas, más allá del impacto económico negativo que el prefiere dejar para los especialistas, pero que sin duda afecta por igual a todos los países que sufren la pandemia.
Los martillazos peruanos
Lo que sí hace Ragi Yaser Burhum es preguntarse cómo vamos frente a la guerra con el covid-19, y evaluar las etapas del martillazo peruano.
Él señala que en el Perú es muy difícil acceder a datos abiertos, por lo que su trabajo se orienta a recopilar datos que tienen varios orígenes, la mayoría de entes oficiales, y describe que el proceso ha sido como armar «un rompecabezas».
Él recurre a un modelo matemático para calcular R utilizando los casos diarios nuevos. Es una metodología descrita por Bettencourt y Ribeiro. Sin embargo, dice que la cantidad de tests diarios, más el día en el que son reportados, pueden hacer que las cifras de nuevos casos diarios reportados cambien drásticamente día a día. «Por eso, para calcular el valor de R diariamente, utilizamos una ventana de los últimos 7 días y adicionalmente un desenfoque gaussiano para reducir ruido. Este modelo está altamente basado en el código libre de Kevin Systrom, así que lo mínimo que puedo hacer es seguir su ejemplo y liberar mis cambios».
Al analizar la segunda etapa del martillazo (27 marzo – 8 abril) Burhum asegura que en ese periodo tuvimos miniexplosiones del virus. «El 7 de abril se producen 1,377 casos nuevos, el mayor hasta ese momento. Hubo un crecimiento de R», señala.
El 8 de abril se extiende el aislamiento social obligatorio y se incrementa el número de pruebas por día, que pasa de 1,141 a 18,044 testeos, lo que iba a incrementar los datos relacionados con casos confirmados. Ese día estábamos en 2.42 (en comparación al 1.85 del 26 de Marzo). «El valor de R todavía estaba encima de 1, por lo que se extiende el aislamiento social obligatorio.
Burhum asegura que la tercera etapa del martillazo (9 abril – 23 abril) es la mejor, con un mayor número de pruebas y con la tendencia de R hacia abajo. Precisa que el 23 de abril, R está en 1.47, pero aún por encima de 1. Se extiende nuevamente el aislamiento social.
La cuarta etapa se inicia el 24 de abril y está prevista hasta el domingo 10 de mayo. Burhum muestra su preocupación, dice que el 24 de abril el valor R era de 1.5 y este se ha mantenido constante. El 3 de mayo se ubicó en 1.43. (R >1), valor que obliga a implementar restricciones mucho más duras para evitar que se dispare. Menciona que si se logra poner bajo control el foco infeccioso más grande que tenemos, es decir los mercados, cuando salgamos de la cuarentena podríamos estar en R < 1, momento en el que ingresamos a la etapa del Huayno.
Hora del Huayno
La etapa del Huayno es la que viene después del Martillazo. Para mantener el valor de R < 1 y que el virus vaya reduciéndose, será necesario estar en un baile constante de ajustar y relajar las restricciones. Burhum tiene claro que esa será la realidad del Perú y del mundo mientras no se tenga una vacuna, hecho que podría tardar, siendo bastante optimista, 8 meses.
En la recopilación de información que hace, con algunas posibles restricciones adoptadas por países en el extranjero y ordenada por costo, encuentra varias que se pueden aplicar acá y en todo caso se pueden ajustar a nuestra realidad:
-No todas las personas tienen refrigeradora (afecta la frecuencia de visitas a un mercado).
-No todos tienen una cuenta de banco (genera aglomeración en las agencias, que en nuestro caso ha sido un punto de contagio).
-No todos usan tarjeta de crédito (afecta la estrategia de pagos a través de medios digitales).
-No todas las personas tienen acceso a una computadora (afecta las clases a distancia).
Por eso, propone que en vez de aprender “how to dance”, aprendamos “a bailar Huayno”.
Las recomendaciones
El ingeniero Burhum refiere que para no perder la guerra contra el covid-19 es importante tener un indicador de UCI regional que consigne la cantidad de camas de unidad de cuidados intensivos. En el Perú este indicador es nacional y si bien nos indica que por ahora el sistema de salud de la totalidad del país no ha colapsado, el de Loreto sí es complicado por la falta de camas UCI y oxígeno.
«Si en algún momento no podemos atender a gente infectada de covid-19, que requiera respiradores, tendremos que elegir quién vive y quién muere. Por ahora, nuestro ratio de mortalidad es de 2.82%, pero eso podría empeorar, a menos que se corrija la curva de crecimiento más agresivamente. Si nuestro sistema de salud colapsa, ese ratio se va a disparar al 10% y 13% como ocurrió en España e Italia, respectivamente», anota.
El otro indicador fundamental es el valor R, pero localizado, pues dará cifras de la reproducción de covid-19 localizado, necesarias para definir las medidas que se adopten poscuarentena.
En el «El Martillazo y el Huayno» su autor propone que las restricciones que se apliquen en un lugar y otro sean diferenciadas. «Si encierro a una persona en Santiago de Surco, esto no va a afectar a otra persona en Iquitos y si ese es el caso ¿tiene sentido aplicar las mismas restricciones en las dos regiones?, sin duda que no», afirma.
Y cómo sabemos si las restricciones localizadas que se aplican están funcionando, se pregunta Burhum. Fácil, responde, mira el valor de R de esa localidad y si está subiendo ajusta, pero si está bajando, relaja.
Datos
-La palabra “Martillazo” (o Hammer) se hizo popular por un blog posviral llamado “The Hammer and the Dance”. En ella, Tomas Pueyo explica, los resultados de un paper del Imperial College of London acerca de las opciones que los líderes globales tienen para reaccionar contra la pandemia del covid-19 y las consecuencias de no hacerlo rápidamente.
-El Martillazo alude a las fuertes restricciones que se adoptan con el objetivo de reducir el número de reproducción efectivo R.
-Para ayudar a entender los valores de R en el Perú, diariamente hay que acceder a https://HuaynoData.com
FUENTE El Peruano
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