Director de Mandrágora presentará «Brujas» en octubre en el Teatro Municipal
Solo tiene 36 años, pero la historia de vida de Franco Benza pareciera que resumiera muchas vidas en una, ya que hace una década atrás abandonó su trabajo formal y se decidió a brillar. Mejor dicho se atrevió a brillar y se puso las alas para volar, no solo en propuestas de arte, sino amparado en sus sueños; donde la magia es su insumo principal para dar vida a sus procesos creativos que se traducen en arte puro.
Franco es la carne y el hueso de Mandrágora y viceversa. Este sello lo ha llevado a proponer en nuestro país las más alucinantes propuestas de arte, donde la actuación, la danza y el canto confluyen con tal naturalidad que puede incursionar sin atropellarse en el teatro Municipal como en el pasillo de un centro comercial; donde la audacia Mandrágora aparece y cautiva sin necesidad de irse a Disneylandia.
Hadas, su más reciente trabajo, da fe de ello y del impacto que causó en la audiencia, “ya viene Brujas, que será lo opuesto, pero siempre dejando el mensaje que no importa cómo te veas por fuera, sino cómo seas por dentro”, se apura en explicarnos.
Pero no todo fue fácil para él, en sus inicios soñaba con ser un bailarín, así empacó sus esperanzas y se fue a Nueva York para ser bailarín nada menos que en el Manhattan Dance Project, una de las mejores escuelas de danza, “mis padres han sido un motor cuando me han apoyado y cuando no. En ellos encontré amor para no rendirme porque creyeron siempre en mí, cuando no tenía para el pasaje. No lo hubiera logrado sin el apoyo de mi familia, nos manejamos en manada”, revela emocionado.
Ya en la Gran Manzana su anhelo se despintó “no pasé la audición para bailarín pero sí para puestista. Una de las jurados me dijo tú no eres eso, te veo en otro lugar. Confieso que de mala gana fui y pasaron dos semanas estudiando eso y entendí que eso era lo que yo quería hacer el resto de mi vida. Me gradué y fui contratado por Coca Cola Argentina y ahí viví en el mundo de hacer fantasía. Cuando acabó mi contrato me regresé al Perú y decidí por las comunicaciones y de ahí me dediqué a generar formatos únicos y ese ha sido el éxito de Mandrágora”.
-Lo pensaste mucho para lanzarte solo a este mercado del arte
-Te mentiría si te dije que lo analicé, no fue así. Yo sentía que no era algo tan complicado de llegar, solo necesitaba talento y mucha gente que creyera en sus sueños. Mi primer trabajo en Perú fue la casa de Papá Noel, le puse el elemento artístico y nadie se lo espera. Fue alucinante y eso me colocó en una posición privilegiada y las puertas se fueron abriendo solas.
-Y seguro te endeudaste hasta el sombrero
-Sí. Me pagaron diez e invertí 20, pero lo volvería hacer.
-Tus propuestas son de gran nivel estético, mucho se habla del código Mandrágora
– Es el cuidado de detalles y un gran casting. Nos caracteriza el descubrir talentos inéditos para lanzarlos al mundo, no nos interesa representarlos, solo queremos que cada talento formado en nuestra casa brille solo y hable de lo que es nuestra mística con su trabajo. Luis Guillermo Ocampo acaba de ganar al mejor talento en Microteatro Miami y yo como Mejor Director, ese es el mejor aliciente.
Miedo a brillar
-Por qué le tenemos miedo al brillo en las propuestas que vemos a diario
-Creo que al peruano le encanta. Pero también es real que a veces estamos un poco tristes y me incluyo, a veces me cuesta en las mañanas. Pero Mandrágora es mi inyección de fuerza y energía. Le doy a mi público lo que a mí me gusta recibir. Recuerdo cuando intervenimos la calles de San Isidro con bailarines de ballet que supuestamente se habían caído de un árbol y habían tomado “vida
-¿Tú creaste Ciudad Fantasía, cómo crees que este tipo de arte se integre a la educación formal?
Ciudad Fantasía te dice que es un espacio limpio, donde prima la educación y los valores; pero sobre todo mucha luz. Basándome en eso cree los talleres Mandrágora, donde acopio talento para las propuestas. Pasan un casting y ahí vemos el potencial para filtrarlos, pero no para ver si entra o no, sino para saber en qué nivel está. Vemos actitud, aplomo. Este año vamos a llegar a Pucallpa, Piura, Trujillo y Arequipa.
Franco también apunta a formar en el teatro musical con talento nuevo, “no apuntamos a figuras conocidas, prefiero formarlos; sin embargo hemos tenido a Almendra, a Natalie Vértiz y Melissa Paredes con nosotros a quienes convocamos para trabajar. Tenemos un convenio con Telemundo y ya hemos enviado talento para series y novelas”.
“La meta es estandarizar y profesional el arte y eso hago en los talleres por un mínimo de tres meses. También tenemos la Fundación. De ahí salió el hada Fátima Barreto que le ha dado la posibilidad de estudiar con todo nuestro apoyo hasta para irse al extranjero sin costo alguno.”
-Crees que con tanta puesta de fantasía algún día podrías ser el Disney peruano
-Sería lindo, pero mientras tanto nos dedicamos a intervenir espacios como el Teatro Municipal, por ejemplo. Pero no tengo límites y por qué no hacer un parque de diversiones o grandes espectáculos en mi país. Estoy a la mitad aún de todo lo que me imagino.
Comentarios recientes