El director del Museo Tumbas Reales de Sipán, arqueólogo Walter Alva volvió, después de 30 años al centro ceremonial de Sangana, ubicado en los límites de Lambayeque y Cajamarca, donde se erige un singular monolito de 2 metros de altura y que presenta cuatro caras con representaciones de divinidades.
Mencionó que hace más de un mes, un equipo de investigación del museo realizó una expedición con el apoyo logístico de la Universidad Señor de Sipán, a la localidad de Sangana, ubicada sobre el río del mismo nombre, afluente del valle La Leche.
Manifestó, que se trata de un templo de la época del Formativo Medio a Tardío, aproximadamente entre los 1,000 a 50 años antes de Cristo.
“Tiene una gran plataforma y una plaza ceremonial donde se encuentra todavía en su lugar un monolito, de aproximadamente 2 metros de altura con representaciones de divinidades; en sus dos caras las principales divinidades y en otras dos caras laterales personajes menores”, subrayó el investigador en diálogo con la Agencia Andina.
Alva indicó que el monolito está siendo afectado por una erosión, pero permanece en su lugar como fue dejado hace miles de años en el centro de una Plaza.
Recordó que esta imagen fue fotografiada por primera vez por Enrique Bruning, en su mítico viaje al Marañón hace más de 100 años.
El investigador Walter Alva volvió al lugar, luego de su recorrido hace 30 años donde hoy se ha reactivado el interés por conocer la importancia del monumento.
Resaltó que evidentemente es un santuario de trascendental importancia religiosa, alrededor del cual se encuentra un extenso campo de petroglifos con imágenes míticas que resaltan la condición de un paraje sagrado, donde crece la famosa plantación de San Pedro, utilizado en rituales chamanísticos de la época.
Alva manifestó también, que durante la reciente expedición promovida por los pobladores de Sangana se pudo constatar que gran parte de la población actual ha ocupado parte de la plaza ceremonial.
Igualmente se ha podido documentar cantidad de notables petrografías y algunos altares de culto al agua. En una de las plataformas cercanas se apreciaron restos un canal subterráneo de piedra que debió ser parte de los sistemas rituales vinculados al culto al agua, pues Sangana está ubicado en una zona estratégica sobre los 2,000 metros de altura, mirando al valle de La Leche.
“Este debió ser un importante centro de peregrinaje religioso hace 3,000 años”, apuntó.
El arqueólogo Alva destacó el interés de los pobladores organizados en el Comité de Protección de su herencia cultural bajo la presidencia de Roberto Ramírez Sandoval.
(FIN) SDC/MAO
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