Destacó papel que cumplen en este escenario de pandemia y de elecciones y reiteró que se sancionará a responsables de la violencia, sin estigmatizar.
El presidente de la República, Francisco Sagasti fue reconocido hoy como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú, durante una breve ceremonia realizada en Palacio de Gobierno. El acto contó con la participación de la ministra de Defensa, Nuria Esparch Fernández, y el titular del Interior, Rubén Vargas.
También estuvieron presentes, el jefe del Comando Conjunto, general César Astudillo Salcedo, y los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
Fue precisamente el General EP César Astudillo quien entregó al presidente de la República, la insignia y bastón de mando, luego de lo cual el jefe de Estado destacó la importancia y el papel protagónico que cumplen las Fuerzas Armadas en la vida nacional. También se refirió al apoyo que brindan en la lucha contra la pandemia y, en ese sentido, resaltó la reincorporación del comandante general de la Policia Nacional, Orlando Velasco, quien logró recuperarse del covid-19.
Sagasti recordó una vez más las muertes de los jóvenes Inti Sotelo y Jack Bryan Pintado durante las protestas masivas que desencadenaron una violencia desbordada, y que produjo además, numerosos heridos. Afirmó que su gobierno sancionará a los responsables, pero enfatizó que no se debe generalizar a toda la Policía como responsable de las acciones de represión violenta ocurrida en las marchas.
«Aplicaremos el rigor que corresponde para sancionar de acuerdo a ley, pero debemos identificar primero a los responsables, sin estigmatizar. «Las investigaciones en curso dirán si hubo órdenes o fue iniciativa de un grupo reducido», enfatizó.
El presidente de la República afirmó que esta situación no continuará ni puede continuar más. Este escenario de crisis tiene que transformarse en una oportunidad para sentar las bases del fortalecimiento de la Policía, a fin de garantizar efectividad y recuperar cercanía con la ciudadanía.»
Sin embargo, dijo que este contexto demanda también el compromiso de la clase política de aprender a resolver sus diferencias y conflictos con la altura que merece y demanda el país, y lograr puntos de encuentro para sentar las condiciones mínimas de tranquilidad y emprender las tareas de desarrollo.
«Debemos evitar a toda costa que la actuación policial sea un recurso como consecuencia de nuestra poca capacidad de diálogo político e incapacidad de entendernos en paz y en buena forma», afirmó.
«Nunca debemos usar una unidad policial especializada para tareas totalmente distintas en manifestaciones de la ciudadanía plenamente comprendidas en la Constitución. No debemos utilizar unidades en fines que no le corresponden y que llevan a tragedias como las que hemos visto», agregó.
Desafíos de las Fuerzas Armadas
El jefe del Estado afirmó que en estos tiempos complejos las Fuerzas Armadas tienen un desafío adicional: la labor en la lucha contra el covid-19 y el papel en las próximas elecciones para asegurar un proceso limpio y libre que garantice la voluntad del pueblo.
Sostuvo, además, que la doctrina de defensa nacional se basa tanto en el poderío bélico como en el desarrollo socioeconómico y la gobernabilidad democrática.
Tras recordar a su abuelo Francisco Sagasti Saldaña, quien peleó en la batalla de Tarapacá, el dignatario dijo que hoy el país está en una situación de calma y tranquilidad, en la que se puede ver el futuro con mayor detenimiento y determinación.
ELPERUANO
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